Durante mucho tiempo, la industria del cine y la televisión ha impuesto estándares estéticos que afectaron principalmente a actores y actrices de raza negra. Uno de los aspectos más visibles y significativos ha sido el tratamiento del cabello, especialmente el cabello rizado o afro.
Para cumplir con los cánones de belleza de Hollywood, muchas personas negras se veían presionadas a alisar su cabello. Este fenómeno no solo reflejaba un sesgo implícito, sino que también marginaba una de las características más representativas de su identidad: su cabello natural rizado.